Maes, a veces parece que en la política tica el que no corre, vuela... y el que no, se tira un filazo en X (el antiguo Twitter, para los nostálgicos). El round más reciente tiene como protagonistas a dos pesos pesados: el presidente Rodrigo Chaves y la expresidenta Laura Chinchilla. ¿El motivo del pleito? Nada más y nada menos que una de las instituciones más polémicas y poderosas del país: nuestra querida y a veces temida Sala Constitucional, o la Sala Cuarta, para los compas.
La vara empezó a calentarse este miércoles en la conferencia de prensa de Zapote. El presi, sin pelos en la lengua, se mandó con todo y le tiró al hueso a la creación de don Óscar Arias allá por 1989. Dijo, en resumidas cuentas, que la Sala ha sido “uno de los errores más graves que hemos cometido en nuestra historia” y que por culpa de su diseño hemos pagado un precio altísimo en retraso económico, social y hasta ambiental. Para rematar, comparó a los siete magistrados con una especie de Asamblea Constituyente paralela que “hace lo que les da la gana”. ¡Casi nada! El mensaje es claro: para Chaves, la Sala es un obstáculo, un freno de mano puesto al desarrollo que él visualiza.
Como era de esperarse, la respuesta no tardó en llegar. Doña Laura, que últimamente no se guarda una, agarró su celular y le contestó sin anestesia por la misma red social: “¡No señor! El mayor error no ha sido la Sala, ha sido usted”. Un derechazo directo a la mandíbula. Chinchilla defendió a la Sala con uñas y dientes, argumentando que ha sido el principal escudo de los ciudadanos frente a los abusos de poder, que ha mantenido el equilibrio entre los poderes del Estado y que ha consolidado nuestra cultura de derechos humanos. Para ella, y para muchos otros, tocar la Sala es tocar el corazón de la democracia costarricense.
Pero que nadie se engañe, este no es un pleito de un día. Esta bronca es solo la punta del iceberg de un plan mucho más grande que el gobierno tiene entre manos. Desde hace semanas, Chaves viene soltando pistas sobre su visión para reformar todo el Poder Judicial. La idea, según ha dicho, es desmantelar el modelo actual y separar a la Fiscalía, al OIJ y, por supuesto, a la Sala Constitucional del Poder Judicial, para crear entes más autónomos, como en otros países. La justificación es evitar la “consanguinidad” y el famoso “cambalache político” que, según él, se da a la hora de elegir magistrados. Claro, criticar es fácil, pero la pregunta del millón es ¿cuál es la alternativa concreta? Diay, de eso no ha soltado prenda.
Al final del día, maes, esta discusión va más allá de un tuitazo o una declaración controversial. Lo que estamos viendo es un choque de visiones fundamental sobre cómo debe funcionar Costa Rica. Por un lado, un presidente que ve las instituciones de contrapeso como un estorbo para ejecutar su proyecto. Por otro, una expresidenta que las ve como la última línea de defensa de nuestro sistema democrático. La pregunta que queda en el aire es bravísima: ¿Qué piensan ustedes? ¿La Sala Cuarta es de verdad un freno para el progreso del país, como dice Chaves, o es el último guardián que nos queda contra los abusos de poder, como defiende Chinchilla? ¿Se jaló una torta don Óscar Arias con su creación o ha sido de lo mejor que nos ha pasado? ¡Los leo en los comentarios, a ver qué sale de este despiche!
La vara empezó a calentarse este miércoles en la conferencia de prensa de Zapote. El presi, sin pelos en la lengua, se mandó con todo y le tiró al hueso a la creación de don Óscar Arias allá por 1989. Dijo, en resumidas cuentas, que la Sala ha sido “uno de los errores más graves que hemos cometido en nuestra historia” y que por culpa de su diseño hemos pagado un precio altísimo en retraso económico, social y hasta ambiental. Para rematar, comparó a los siete magistrados con una especie de Asamblea Constituyente paralela que “hace lo que les da la gana”. ¡Casi nada! El mensaje es claro: para Chaves, la Sala es un obstáculo, un freno de mano puesto al desarrollo que él visualiza.
Como era de esperarse, la respuesta no tardó en llegar. Doña Laura, que últimamente no se guarda una, agarró su celular y le contestó sin anestesia por la misma red social: “¡No señor! El mayor error no ha sido la Sala, ha sido usted”. Un derechazo directo a la mandíbula. Chinchilla defendió a la Sala con uñas y dientes, argumentando que ha sido el principal escudo de los ciudadanos frente a los abusos de poder, que ha mantenido el equilibrio entre los poderes del Estado y que ha consolidado nuestra cultura de derechos humanos. Para ella, y para muchos otros, tocar la Sala es tocar el corazón de la democracia costarricense.
Pero que nadie se engañe, este no es un pleito de un día. Esta bronca es solo la punta del iceberg de un plan mucho más grande que el gobierno tiene entre manos. Desde hace semanas, Chaves viene soltando pistas sobre su visión para reformar todo el Poder Judicial. La idea, según ha dicho, es desmantelar el modelo actual y separar a la Fiscalía, al OIJ y, por supuesto, a la Sala Constitucional del Poder Judicial, para crear entes más autónomos, como en otros países. La justificación es evitar la “consanguinidad” y el famoso “cambalache político” que, según él, se da a la hora de elegir magistrados. Claro, criticar es fácil, pero la pregunta del millón es ¿cuál es la alternativa concreta? Diay, de eso no ha soltado prenda.
Al final del día, maes, esta discusión va más allá de un tuitazo o una declaración controversial. Lo que estamos viendo es un choque de visiones fundamental sobre cómo debe funcionar Costa Rica. Por un lado, un presidente que ve las instituciones de contrapeso como un estorbo para ejecutar su proyecto. Por otro, una expresidenta que las ve como la última línea de defensa de nuestro sistema democrático. La pregunta que queda en el aire es bravísima: ¿Qué piensan ustedes? ¿La Sala Cuarta es de verdad un freno para el progreso del país, como dice Chaves, o es el último guardián que nos queda contra los abusos de poder, como defiende Chinchilla? ¿Se jaló una torta don Óscar Arias con su creación o ha sido de lo mejor que nos ha pasado? ¡Los leo en los comentarios, a ver qué sale de este despiche!
