Mae, a veces uno lee unas varas en las noticias que lo dejan pensando si la gente vive en una realidad paralela o si, de verdad, la audacia no tiene límites en este país. La última joyita viene desde Manzanillo, Talamanca, donde un ciudadano, al que le podemos dar el premio al optimismo del año, intentó jugársela de listo con la ley y, como era de esperarse, terminó topando con pared. Y no cualquier pared: la de la Sala Constitucional, que tiene la bonita costumbre de no andar con paños tibios cuando el asunto se pone feo.
Pongámonos en contexto. Tenemos a este señor que, muy tranquilo, estaba levantando una construcción en su propiedad. Hasta ahí, todo bien. El problema es que el "pequeño" detalle es que su lote está metido de lleno en un área protegida, específicamente dentro de unas hectáreas que ya la misma Sala IV había puesto bajo medidas cautelares. O sea, un lugar donde no se podía mover ni una piedra sin un permiso especial. No contento con eso, el permiso municipal que tenía se lo pasó por el arco del triunfo, construyendo un chunche de más de 500 metros cuadrados por encima de lo autorizado. ¡Quinientos metros! Diay, eso no es un cuartito extra, eso es prácticamente otro edificio.
Como es lógico, los funcionarios del SINAC y de la Municipalidad de Talamanca, que no están pintados en la pared, llegaron a hacer su brete. Le pusieron los sellos de clausura y le dijeron: "Compa, hasta aquí llegó la fiesta". Pero aquí es donde la historia se pone buena. Nuestro protagonista, en un acto que mezcla valentía con una falta total de instinto de supervivencia, decidió que esos sellos eran una simple sugerencia decorativa. Los arrancó y siguió con la construcción como si nada. ¡Qué nivel de confianza! Claramente, en ese momento se jaló la torta de su vida, porque pasó de tener un problema administrativo a cometer un presunto delito de desobediencia.
Frente a este despiche, la Fiscalía Ambiental no se anduvo por las ramas y ordenó su detención. Y aquí es donde el mae, ya con el agua al cuello, presenta un recurso de hábeas corpus alegando que su detención fue "ilegal", sin orden judicial y bla, bla, bla. La vara es que la Sala IV analizó el caso y, en un lenguaje muy elegante, básicamente le dijo que dejara de inventar. Los magistrados le recordaron que el SINAC tiene potestad de policía ambiental y que la detención se hizo en regla, con la Fuerza Pública y bajo la dirección de la Fiscalía. Además, no lo sacaron de su cama en pijamas; lo detuvieron en el área de construcción, que para efectos legales no es un domicilio. Para rematar, le leyeron los derechos dos veces, le dieron chance de hacer una llamada y lo soltaron en menos de seis horas. Más garantías, imposible.
Al final, la sentencia es un recordatorio de que en Costa Rica el "¡usted no sabe quién soy yo!" cada vez funciona menos. La protección ambiental no es un chiste y desobedecer una orden directa de la autoridad es una pésima idea. Este caso es el ejemplo perfecto del típico intento de pasarse de listo que termina saliendo carísimo, no solo en plata, sino en un manchón en el expediente. Pero bueno, la situación deja una pregunta abierta para el debate en el foro: ¿Ustedes qué opinan? ¿Creen que la ley se queda corta para frenar estas construcciones en zonas protegidas, o más bien que a veces se le va la mano a las autoridades con tal de sentar un precedente?
Pongámonos en contexto. Tenemos a este señor que, muy tranquilo, estaba levantando una construcción en su propiedad. Hasta ahí, todo bien. El problema es que el "pequeño" detalle es que su lote está metido de lleno en un área protegida, específicamente dentro de unas hectáreas que ya la misma Sala IV había puesto bajo medidas cautelares. O sea, un lugar donde no se podía mover ni una piedra sin un permiso especial. No contento con eso, el permiso municipal que tenía se lo pasó por el arco del triunfo, construyendo un chunche de más de 500 metros cuadrados por encima de lo autorizado. ¡Quinientos metros! Diay, eso no es un cuartito extra, eso es prácticamente otro edificio.
Como es lógico, los funcionarios del SINAC y de la Municipalidad de Talamanca, que no están pintados en la pared, llegaron a hacer su brete. Le pusieron los sellos de clausura y le dijeron: "Compa, hasta aquí llegó la fiesta". Pero aquí es donde la historia se pone buena. Nuestro protagonista, en un acto que mezcla valentía con una falta total de instinto de supervivencia, decidió que esos sellos eran una simple sugerencia decorativa. Los arrancó y siguió con la construcción como si nada. ¡Qué nivel de confianza! Claramente, en ese momento se jaló la torta de su vida, porque pasó de tener un problema administrativo a cometer un presunto delito de desobediencia.
Frente a este despiche, la Fiscalía Ambiental no se anduvo por las ramas y ordenó su detención. Y aquí es donde el mae, ya con el agua al cuello, presenta un recurso de hábeas corpus alegando que su detención fue "ilegal", sin orden judicial y bla, bla, bla. La vara es que la Sala IV analizó el caso y, en un lenguaje muy elegante, básicamente le dijo que dejara de inventar. Los magistrados le recordaron que el SINAC tiene potestad de policía ambiental y que la detención se hizo en regla, con la Fuerza Pública y bajo la dirección de la Fiscalía. Además, no lo sacaron de su cama en pijamas; lo detuvieron en el área de construcción, que para efectos legales no es un domicilio. Para rematar, le leyeron los derechos dos veces, le dieron chance de hacer una llamada y lo soltaron en menos de seis horas. Más garantías, imposible.
Al final, la sentencia es un recordatorio de que en Costa Rica el "¡usted no sabe quién soy yo!" cada vez funciona menos. La protección ambiental no es un chiste y desobedecer una orden directa de la autoridad es una pésima idea. Este caso es el ejemplo perfecto del típico intento de pasarse de listo que termina saliendo carísimo, no solo en plata, sino en un manchón en el expediente. Pero bueno, la situación deja una pregunta abierta para el debate en el foro: ¿Ustedes qué opinan? ¿Creen que la ley se queda corta para frenar estas construcciones en zonas protegidas, o más bien que a veces se le va la mano a las autoridades con tal de sentar un precedente?