Maes, a veces uno lee unas varas que parecen sacadas del guion más retorcido de una película, pero no, es el puro y duro Limón. La última joya judicial nos demuestra que ni la banda criminal más temida se salva de un clásico drama de pareja. Resulta que una pelea monumental, con audios de WhatsApp y todo el show, fue lo que terminó delatando un escondite de carros y armas de la organización de Tony Peña Russell, el famoso líder de "La T". ¡Qué despiche se armó! Y no por las balas, sino por una bronca de celos y despecho que le salió carísima a la estructura criminal.
La historia es así: Jecsira Valerín Jones (25) y Rolando Perry Wilson (30) eran pareja, tenían una hija y, como muchos, se separaron. El problema es que el chante donde vivían no era una casita normal; era una especie de bodega-parqueo para los "bretes" de La T. Y claro, cuando el amor se acaba y empiezan los gritos, los trapos sucios salen al sol. En este caso, los trapos sucios eran carros robados y pistolas. Perry, en medio de un arranque de furia, le manda un audio a Jecsira amenazando con desbaratarle todo. La respuesta de ella es una obra de arte de la extorsión doméstica: "ahí va a llegar la policía y sabe algo, ahí están los carros de Tony recuerde". ¡Pum! La bomba atómica en medio de la sala.
Lo que sigue es un intercambio que el OIJ debe haber escuchado con palomitas en mano. La pareja, en su afán de ganarse la discusión, se jaló una torta monumental y dejó todo grabado. "Voy a hablar con Tony para que saque los carros de aquí", le dice Perry, tratando de apagar el incendio. Pero Jecsira, ya montada en la cólera, le responde con un "dele mi número a Tony o a los maes de arriba si ocupan algo de los carros, chao". Básicamente, la muchacha pasó de ser cómplice a ser la recepcionista del narco-escondite, todo por un pleito. Y para ponerle la cereza al pastel, en otros audios se queja de que a ella le toca abrir y cerrar los portones a "los maes" y que, por tanto "brete", al menos quería que le ayudaran con una bicicleta para llevar a la bebé a la escuela. El nivel de surrealismo es total.
Esta pelea no fue un simple chisme. Gracias a este despiche sentimental, las autoridades confirmaron que la vivienda era un punto clave para ocultar los vehículos y armas usados en sicariato, incluyendo el sonado caso del homicidio de "Chombo" frente a los Tribunales de Limón. El plan de escape de Perry, en caso de un allanamiento, era digno de un amateur: le dijo a Jecsira que si llegaba la policía, agarrara "la pistola que está ahí", la metiera en una bolsa y la tirara "por el huequito que está detrás del baño" a la casa de la mamá. Con esa logística, era cuestión de tiempo para que todo se les fuera al traste.
Al final, esta historia es el ejemplo perfecto de que el eslabón más débil de cualquier organización, por más violenta que sea, casi siempre es el humano. Un ataque de celos, una amenaza mal calculada y un montón de audios enviados en caliente bastaron para regalarle al OIJ una pieza clave en el rompecabezas contra La T. A veces no se necesita un operativo de película, solo una pareja con pésima comunicación y un celular a mano. Diay, ¿qué opinan ustedes? ¿Es pura estupidez criminal o es que hasta el narco más pintado tiene problemas de pareja que no sabe manejar? ¿Cuál es la torta más grande que han visto a alguien jalarse por un pleito?
La historia es así: Jecsira Valerín Jones (25) y Rolando Perry Wilson (30) eran pareja, tenían una hija y, como muchos, se separaron. El problema es que el chante donde vivían no era una casita normal; era una especie de bodega-parqueo para los "bretes" de La T. Y claro, cuando el amor se acaba y empiezan los gritos, los trapos sucios salen al sol. En este caso, los trapos sucios eran carros robados y pistolas. Perry, en medio de un arranque de furia, le manda un audio a Jecsira amenazando con desbaratarle todo. La respuesta de ella es una obra de arte de la extorsión doméstica: "ahí va a llegar la policía y sabe algo, ahí están los carros de Tony recuerde". ¡Pum! La bomba atómica en medio de la sala.
Lo que sigue es un intercambio que el OIJ debe haber escuchado con palomitas en mano. La pareja, en su afán de ganarse la discusión, se jaló una torta monumental y dejó todo grabado. "Voy a hablar con Tony para que saque los carros de aquí", le dice Perry, tratando de apagar el incendio. Pero Jecsira, ya montada en la cólera, le responde con un "dele mi número a Tony o a los maes de arriba si ocupan algo de los carros, chao". Básicamente, la muchacha pasó de ser cómplice a ser la recepcionista del narco-escondite, todo por un pleito. Y para ponerle la cereza al pastel, en otros audios se queja de que a ella le toca abrir y cerrar los portones a "los maes" y que, por tanto "brete", al menos quería que le ayudaran con una bicicleta para llevar a la bebé a la escuela. El nivel de surrealismo es total.
Esta pelea no fue un simple chisme. Gracias a este despiche sentimental, las autoridades confirmaron que la vivienda era un punto clave para ocultar los vehículos y armas usados en sicariato, incluyendo el sonado caso del homicidio de "Chombo" frente a los Tribunales de Limón. El plan de escape de Perry, en caso de un allanamiento, era digno de un amateur: le dijo a Jecsira que si llegaba la policía, agarrara "la pistola que está ahí", la metiera en una bolsa y la tirara "por el huequito que está detrás del baño" a la casa de la mamá. Con esa logística, era cuestión de tiempo para que todo se les fuera al traste.
Al final, esta historia es el ejemplo perfecto de que el eslabón más débil de cualquier organización, por más violenta que sea, casi siempre es el humano. Un ataque de celos, una amenaza mal calculada y un montón de audios enviados en caliente bastaron para regalarle al OIJ una pieza clave en el rompecabezas contra La T. A veces no se necesita un operativo de película, solo una pareja con pésima comunicación y un celular a mano. Diay, ¿qué opinan ustedes? ¿Es pura estupidez criminal o es que hasta el narco más pintado tiene problemas de pareja que no sabe manejar? ¿Cuál es la torta más grande que han visto a alguien jalarse por un pleito?