Maes, no sé ustedes, pero a mí setiembre me pega diferente. Desde güila, es como si el aire cambiara un toque. Uno empieza a ver banderas en todo lado, los chiquitos andan vueltos locos con la vara de los faroles y, de repente, a las 6 p.m. el Himno Nacional en la radio no se siente como un chunche más, sino como algo que de verdad conecta. Es una vibra que a veces se nos olvida el resto del año, entre el brete, las presas y el estrés de siempre. Es el recordatorio anual de que, a pesar de todo, compartimos este pedacito de tierra.
Y diay, justo empezando el mes, me topé con una noticia que me pareció súper tuanis y que encapsula perfecto ese sentimiento. Allá en Vásquez de Coronado, se mandaron con un acto para izar la bandera en el Parque de San Isidro. Pero no fue cualquier cosa: fue una colaboración entre el Benemérito Cuerpo de Bomberos y la Guardia de Honor de la Fuerza Pública. Ver a estas dos instituciones, que normalmente asociamos con emergencias y situaciones serias, unidas en un acto tan simbólico, tiene su encanto. Es un gesto que va más allá del protocolo; es un 'aquí estamos, celebrando juntos'.
Lo que más me gusta de estas varas es que suceden a nivel local, en el corazón de las comunidades. Es fácil pensar que el 'Mes de la Patria' es solo el desfile del 15 en San José o el discurso del presidente de turno. Pero la verdadera magia está en estos eventos pequeños, en la iniciativa de una municipalidad, en los vecinos que se acercan a ver. Ahí es donde se siente genuino. No es un patriotismo de cartón, impuesto desde arriba. Es la gente del pueblo, los bomberos que son de ahí, los policías que cuidan ese mismo parque, tomándose un momento para honrar la bandera que es de todos.
Seamos honestos, a veces caemos en el cinismo. Nos quejamos de todo, vemos las noticias y el despiche político de todos los días y es fácil pensar que todo se fue al traste. Por eso estas noticias son un respiro. Nos recuerdan que el país no es solo lo que pasa en la Asamblea Legislativa. El país son estos maes de la Guardia de Honor con sus uniformes impecables, los bomberos ayudando a que la bandera suba imponente. La gente que organiza estas varas, mae, son un carga. Porque en medio de tanto ruido, se enfocan en hacer algo que une y que nos saca una sonrisa.
Al final, esto es lo que construye patria. No los discursos vacíos, sino las acciones con significado. Una bandera ondeando en Coronado, la fachada de un edificio en Cartago iluminada con los colores patrios, el acto cívico de la escuela de la esquina. Son esos pequeños gestos los que nos recuerdan de dónde venimos y por qué, con todo y sus problemas, este lugar es chiva. Es un cable a tierra que nos dice: 'Mae, relájese un toque y disfrute de ser de aquí'.
Entonces, les tiro la pregunta al foro: ¿Y ustedes, maes? ¿Qué evento, tradición o simple detalle del Mes de la Patria los hace sentir así, como que 'diay, qué tuanis ser de aquí'? No tiene que ser algo gigante. A veces es el sabor del arroz con pollo de la feria del pueblo o el recuerdo del farol que hicieron en la escuela. Cuenten sus historias, ¡los leo!
Y diay, justo empezando el mes, me topé con una noticia que me pareció súper tuanis y que encapsula perfecto ese sentimiento. Allá en Vásquez de Coronado, se mandaron con un acto para izar la bandera en el Parque de San Isidro. Pero no fue cualquier cosa: fue una colaboración entre el Benemérito Cuerpo de Bomberos y la Guardia de Honor de la Fuerza Pública. Ver a estas dos instituciones, que normalmente asociamos con emergencias y situaciones serias, unidas en un acto tan simbólico, tiene su encanto. Es un gesto que va más allá del protocolo; es un 'aquí estamos, celebrando juntos'.
Lo que más me gusta de estas varas es que suceden a nivel local, en el corazón de las comunidades. Es fácil pensar que el 'Mes de la Patria' es solo el desfile del 15 en San José o el discurso del presidente de turno. Pero la verdadera magia está en estos eventos pequeños, en la iniciativa de una municipalidad, en los vecinos que se acercan a ver. Ahí es donde se siente genuino. No es un patriotismo de cartón, impuesto desde arriba. Es la gente del pueblo, los bomberos que son de ahí, los policías que cuidan ese mismo parque, tomándose un momento para honrar la bandera que es de todos.
Seamos honestos, a veces caemos en el cinismo. Nos quejamos de todo, vemos las noticias y el despiche político de todos los días y es fácil pensar que todo se fue al traste. Por eso estas noticias son un respiro. Nos recuerdan que el país no es solo lo que pasa en la Asamblea Legislativa. El país son estos maes de la Guardia de Honor con sus uniformes impecables, los bomberos ayudando a que la bandera suba imponente. La gente que organiza estas varas, mae, son un carga. Porque en medio de tanto ruido, se enfocan en hacer algo que une y que nos saca una sonrisa.
Al final, esto es lo que construye patria. No los discursos vacíos, sino las acciones con significado. Una bandera ondeando en Coronado, la fachada de un edificio en Cartago iluminada con los colores patrios, el acto cívico de la escuela de la esquina. Son esos pequeños gestos los que nos recuerdan de dónde venimos y por qué, con todo y sus problemas, este lugar es chiva. Es un cable a tierra que nos dice: 'Mae, relájese un toque y disfrute de ser de aquí'.
Entonces, les tiro la pregunta al foro: ¿Y ustedes, maes? ¿Qué evento, tradición o simple detalle del Mes de la Patria los hace sentir así, como que 'diay, qué tuanis ser de aquí'? No tiene que ser algo gigante. A veces es el sabor del arroz con pollo de la feria del pueblo o el recuerdo del farol que hicieron en la escuela. Cuenten sus historias, ¡los leo!